Los ardillas , a menudo asociados con la belleza de la naturaleza y la idílica vida silvestre, han revelado recientemente una faceta menos conocida de su historia. Según los últimos descubrimientos científicos, estos animales podrían haber jugado un papel en la propagación de una enfermedad temida y mal entendida: la lepra.
La lepra en la Edad Media: el papel de las ardillas como vectores
Un estudio sorprendente en Winchester
El encanto histórico de Winchester, al sur de Inglaterra, esconde una realidad más sombría. Entre 1130 y 1220, esta ciudad fue el escenario de un análisis intensivo de restos humanos y ardillas . Los investigadores analizaron muestras óseas obtenidas de 25 individuos humanos y 12 ardillas , revelando que los Sciurus vulgaris, también conocidos como ardillas rojos, eran portadores de la bacteria Mycobacterium leprae, causante de la lepra durante la Edad Media.
Ardillas y humanos: interacciones peligrosas
En aquel entonces, las interacciones entre humanos y ardillas eran frecuentes. Estos últimos se cazaban por su pelaje y luego se mantenían como mascotas, aumentando así las posibilidades de transmisión de esta enfermedad tan temida.
Vamos ahora a profundizar en cómo los avances genéticos han permitido desentrañar esta relación insospechada.
Análisis genético revela la historia oculta de una enfermedad milenaria
La huella genética de la lepra
Verena Schuenemann, autora principal del estudio realizado por la Universidad de Basilea, descubrió que la cepa medieval de lepra recuperada está más estrechamente relacionada con las cepas humanas de la época que con las encontradas en los ardillas actuales. Esto indica una circulación independiente de la bacteria entre humanos y ardillas .
Con estos datos en mano, resulta interesante reflexionar sobre el papel actual de estas simpáticas criaturas en relación con esta antigua enfermedad.
Ardillas como mascotas y su relación insospechada con la transmisión de la lepra
Las ardillas: ¿una amenaza moderna ?
Aunque los ardillas contemporáneos no albergan las mismas cepas medievales, siguen siendo relevantes para comprender cómo se propaga la lepra. A fin de cuentas, aún hay más de 200, 000 nuevos casos reportados cada año en todo el mundo, especialmente en Asia, áfrica y América del Sur. Y aunque hoy día es tratable con antibióticos, el retraso o negligencia médica puede llevar a graves consecuencias, incluyendo discapacidades permanentes.
A partir de este análisis histórico y contemporáneo, podemos aprender valiosas lecciones para prevenir futuras epidemias.
Lecciones del pasado: comprendiendo la propagación zoonótica para prevenir futuras epidemias
Los ardillas rojos: un eslabón perdido en la cadena de transmisión de la lepra
A través de los siglos, los ardillas rojos desempeñaron un papel significativo en la propagación de la lepra durante la Edad Media. Este descubrimiento modifica nuestra comprensión de los vectores de la lepra y abre nuevas vías para futuras investigaciones sobre las interacciones entre especies y su rol en la transmisión de enfermedades.
Estos hallazgos representan un nuevo capítulo en nuestra comprensión del pasado epidémico y ofrecen claves importantes para la prevención futura.
Este viaje por el tiempo nos ha permitido descubrir cómo una especie tan aparentemente inofensiva como el ecureuil pudo ser un actor relevante en la historia epidemiológica de una enfermedad tan temida como la lepra. Estas revelaciones ponen de manifiesto que, a menudo, las respuestas a nuestros retos sanitarios actuales pueden encontrarse en las profundidades de nuestro pasado compartido con el reino animal.
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